OYE OLLA tiene que ver con la tierra donde vivimos, con el barro de Metepec, su agua y su aire. 
Habla del trabajo del artesano y hasta de la aportación de los autos que pasan por las calles del barrio y que al apisonarlo lo dejan listo para poder trabajarlo, todo en una sutil sincronía.

Oye Olla nos remite a nuestra infancia. A nuestros recuerdos musicales que han quedado guardados en nuestra memoria colectiva y basta sólo una frase, para que de inmediato recordemos la letra de donde pertenece.

Habla del comal y la olla, de lo que el uno le dice en complicidad a la otra, en total disputa de Egos por llevarse el premio de importancia.

Habla del paso previo a la elaboración de los alimentos que nos nutren y alrededor de los cuales se da la convivencia que permanecerá como parte de nuestro más rico tesoro : los recuerdos.